La candidata al Congreso por la provincia oscense advierte de que la A-23, la A-21 y la A-22 acumulan años de retraso en Huesca mientras han concluido los tramos que atraviesan Navarra y Cataluña

El Alto Aragón ha sido relegado a una segunda fila en materia de infraestructuras tanto por el PP como por el PSOE y esta provincia necesita tener una voz que rompa con el bipartidismo que ha preferido primar a los territorios de los que podía obtener apoyos con los que gobernar”, ha aseverado la candidata de Ciudadanos al Congreso de los Diputados por la provincia de Huesca, Lourdes Guillén, para reivindicar las inversiones que necesita este territorio para “estar en igualdad de condiciones que el resto; ni más ni menos, queremos ser iguales”. 

La candidata de la formación naranja ha visitado este domingo un tramo de la A-23 en Jaca, donde ha subrayado que Ciudadanos es el partido capaz de romper con el habitual bipartidismo y reclamar las inversiones e infraestructuras que requiere esta provincia para avanzar y ponerse en marcha

Como es propio en periodos electorales, el bipartidismo querrá de nuevo sacar pecho y colgarse medallas de sus avances en infraestructuras en el Alto Aragón, pero una cosa es la propaganda y otra los datos objetivos”, ha advertido Guillén, al detallar que las obras del tramo entre Huesca y Nueno de la A-23 finalizaron en el año 2000, pero en la actualidad “todavía no está terminado el tramo entre Lanave y el embalse de Jarabella, está sin licitar y en fase de redacción del proyecto”.

Asimismo, en la A-21, la autovía de los Pirineos que une Pamplona con Jaca, el tramo que discurre por Navarra se ejecutó hace tiempo, mientras que en Aragón se iniciaron las obras en 2008 y aún faltan por concluir cinco de los nueve tramos de la vía; como también ocurre en la A-22, Huesca-Lérida, cuyos trabajos terminaron en el tramo en Cataluña en 2009 y “diez años después seguimos pendientes de que finalicen las obras en el trayecto Siétamo-Huesca”, ha concluido.