Zaragoza o localidades del Bajo Cinca, como Fraga y Monzón, son de las más afectadas en Aragón por esta problemática
Ciudadanos solicita un plan nacional de control de la mosca negra. El grupo parlamentario de Ciudadanos ha presentado esta iniciativa a través de una Proposición no de Ley (PNL) para ser debatida en el Congreso y con el objetivo de sacar adelante medidas de control y coordinación para paliar este problema que afecta a varias comunidad autónomas, entre ellas Aragón. El diputado de Cs por Zaragoza, Rodrigo Gómez, ha explicado que “ante esta problemática es necesario unir fuerzas y llevar a cabo actuaciones conjuntas”.
“La falta de coordinación entre administraciones locales, autonómicas, confederaciones hidrográficas y comunidades de regantes hace que algunos ayuntamientos tengan que actuar por iniciativa propia parcheando la situación, pero el problema no se resuelve de una manera definitiva”, ha señalado Rodrigo Gómez. Año tras año, ha continuado, “vemos cómo esta situación se repite e incluso con mayor intensidad y llegando a más zonas geográficas”.
Por ejemplo, según los datos de Salud Pública, en Aragón más de veinte mil personas fueron atendidas por la picadura de mosca negra en 2016. Zaragoza o localidades del Bajo Cinca, como Fraga y Monzón, son de las más afectadas en la comunidad aragonesa. Además, “los expertos ya han señalado que 2017 está siendo un año todavía más complicado debido a las altas temperaturas y a la escasez de precipitaciones”, ha puntualizado Gómez.
Desde Cs se considera que para llegar a una solución eficaz es necesario la creación de este plan de control que, tal y como se explica en el texto de la propuesta presentada por Cs, debe servir para:
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Establecer puntos de muestreo poblacional repartidos en los cauces de los ríos afectados, que luego sirvan para adecuar la periodicidad de los tratamientos a aplicar.
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Coordinar al Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, a los departamentos correspondientes a medio ambiente y salud de las comunidades autónomas, las principales ciudades afectadas, las confederaciones hidrográficas de los ríos y las comunidades de regantes implicadas a la hora de realizar los tratamientos en conjunto para aumentar la efectividad de los mismos.
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Implementar las medidas adecuadas para la protección de las personas y las ganaderías en todas aquellas zonas en las que la presencia de la mosca negra por su profusión y efectos dañinos se considere plaga.
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Fomentar la investigación científica de la mosca negra y su ciclo vital con el fin de desarrollar nuevos métodos de control poblacional de éstos, de forma respetuosa con el medio natural. Además de apoyar el estudio de la influencia del cambio climático en la proliferación de la mosca negra.