Se está dotando de mayor espacio a las terrazas para fomentar la economía del sector hostelero
El Ayuntamiento de Monzón trabaja para adaptar la ciudad a las nuevas necesidades de la fase 1, facilitando el tránsito peatonal, favoreciendo el distanciamiento social e implementando medidas que fomenten la economía de sectores como el comercio y la hostelería. Para ello, se crearán zonas peatonales modificando el sentido de las calles, se abrirán espacios públicos hasta ahora cerrados y se dotará de mayor espacio a las terrazas de los establecimientos para sus veladores.
Estas nuevas medidas se han tomado teniendo en cuenta las recomendaciones recogidas en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) y en el Plan de Equipamiento Comercial, según explica el concejal de Urbanismo, Raúl Castenera, quien asegura que el Ayuntamiento seguirá trabajando “poco a poco para lograr un entorno en el que nuestros vecinos puedan mantener con garantías esa distancia social recomendable. Una vez veamos los resultados de los cambios, decidiremos si son suficientes o si seguimos ampliando los espacios para el peatón”.
Para ello, se ha reabierto el parque de la Azucarera, ya que cuenta con una amplia zona de paseo muy utilizada también para la práctica deportiva, y se están llevando a cabo diversas modificaciones en el centro de la ciudad, especialmente en las vías de mayor afluencia de personas, suprimiendo o modificando los aparcamientos existentes y convirtiendo algunas calles de doble sentido en sentido único para que el peatón gane espacio por el que circular manteniendo la distancia de seguridad.
Así, la calle Santa Bárbara pasa a ser de sentido único, desde la avenida de Lérida hasta la avenida del Pilar, anulando los estacionamientos del lado derecho entre la avenida de Lérida y la calle Estudios; se amplía la acera entre la calle Joaquín Pano y Juan de Lanuza, cambiando la parada de autobús y anulando los actuales aparcamientos y creando otros nuevos en línea; y se amplía la zona peatonal que une la calle Santa Bárbara con la plaza Mayor.
También pasa a ser de sentido único la avenida del Pilar desde la calle Juan de Lanuza hasta la calle Sosa, ampliando la acera de la izquierda pero dejando espacios reservados para carga y descarga; se suprimen los aparcamientos del lado derecho desde la curva de Laso hasta el Paseo de la Arboleda; y se amplían las aceras de ambos laterales entre la calle Sosa y la avenida Cortes de Aragón, en la que ya se han suprimido algunos aparcamientos frente al parquin público para dejar más espacio a los viandantes.
Así mismo, se está estudiando la peatolalización de la calle Joaquín Pano; la conversión a sentido único de las vías Calvario y San José de Calasanz; destinar a las bicicletas el carril de servicio de la avenida de Lérida desde la gasolinera Jaime I hacia el centro de la ciudad; y reservar una de las aceras de la calle Jaime I para cada sentido de la circulación peatonal, indicándolo con señalización horizontal.
Veladores
Con el fin de que los establecimientos hosteleros no se vean tan perjudicados por la obligatoriedad de dar servicio, como máximo, en un 50 % de sus veladores, el Ayuntamiento autorizará, cuando sea posible, un mayor número de mesas. El concejal de Comercio y Hostelería, Miguel Hernández, expone que “es voluntad municipal facilitar en todo lo posible la actividad del sector hostelero de nuestra ciudad y ayudarles para que, entre todos, nos adaptemos a este nuevo escenario”.
Para ello, “se estudiará uno a uno el caso de cada establecimiento, los metros con los que cuenta su terraza, la anchura de las aceras, el tráfico de la zona… prevaleciendo siempre el peatón y la accesibilidad sobre el velador”, afirma Hernández, y se buscará la seguridad tanto de peatones como de usuarios de las terrazas mediante la instalación de señales de tráfico y mobiliario urbano que delimite las zonas.